No siempre habitar un lugar es lo mismo que vivirlo. Muchas veces entramos y salimos de espacios, cruzamos puertas, llegamos, dormimos, y sin embargo no llegamos a sentir esos espacios como nuestros. Es por eso que resulta tan importante personalizar el lugar en el que estamos. No se trata solamente de llenar de cosas la casa. Se trata de hacer que esos metros cuadrados en los que vivimos, independientemente de que sea por mucho o por poco tiempo, puedan ser un verdadero hogar y ofrecernos un sentido de pertenencia.
Muchos especialistas aseguran que lograr que un entorno hable de la personalidad, de los gustos y preferencias de quienes los habitan, otorga a éstos fuertes emociones respecto al lugar en el que están. Se piensa que se trata de una actitud necesaria para el bienestar, la autoestima y la actitud positiva de las personas. Y es que, en gran medida, puede decirse que personalizar la casa es también tener mucho más en claro qué nos gusta, quiénes somos, qué es lo que nos atrae. Es la posibilidad de dejar atrás las imposiciones de los otros y convertir el que es nuestro espacio en una parte de nosotros, que grite a los cuatro vientos quiénes somos y demuestre que lo tenemos perfectamente claro.
Personalizando mi casa
Muchas personas creen, además, que tomar la decisión de personalizar un hogar es una excelente manera de desarrollar nuestra creatividad. Esto tiene que ver con que no hay alguien decidiendo por nosotros, sino que somos nosotros quienes nos paramos frente a ese lienzo en blanco que puede ser nuestra casa para convertirlo en un verdadero hogar, con todo lo que nos gusta. Por esto, lo importante es no reprimirse. No se trata de buscar aquello estándar que a todos les gusta, sino hacer un proceso interno, decir qué nos gusta a nosotros y elegir eso para decorar y complementar nuestro espacio.
Vos, ¿te preguntaste algunavez qué cosas te gustan, cuáles te apasionan?
Originalidad en la iluminación
Lo que en muchos casos incentiva a tomar determinaciones respecto de redecorar el hogar es haberse aburrido de lo tradicional. Por eso y siendo que el espacio es propio, una buena manera de dar un nuevo aire a la casa es innovando en algunos aspectos que creíamos inamovibles.
Un ejemplo de esto puede ser la incorporación de nuevos y diferentes tipos de iluminación. En este sentido, hay quienes se cansan de las lámparas blancas o amarillas de siempre y se la juegan por algo distinto. Una buena manera de lograr esto es apostando a las luces de navidad. Colocar luces de navidad en el interior de la casa o en el patio nos va a dejar mantener la iluminación, pero con un estilo absolutamente más original, más alegre y lleno de vida y color.
Otra buena manera de innovar en este punto es eligiendo lámparas que escapen a lo tradicional. Hoy en día, se han creado tantas opciones diferentes, que podemos apelar a tener algo distinto que sorprenda a nuestros visitantes.
Decorarnos
La decoración siempre va a decir mucho acerca de quiénes somos. No importa que nos gusten los cuadros, los adornos, los muebles chicos o los almohadones. Cualquier cosa que pongamos y que sea de decoración va a decir mucho, tanto sobre nuestros gustos como sobre nuestras experiencias, intereses y pasiones.
Una buena forma de personalizar el hogar es colocando decoraciones y adornos que nos permitan contar alguna parte de nuestra historia. Todos tenemos experiencias que nos han marcado de alguna manera y es una buena alternativa poder incorporarlas en la casa como sea. Tanto si lo que queremos contar es que alguna vez pasamos una noche espectacular con amigos mirando una película que nos marcó a todos, como si queremos hablar de un viaje o si lo que buscamos es dar cuenta de la música que nos pone la piel de gallina, cualquier cosa que coloquemos en la casa que pueda dar cuenta de esto nos va a hacer sentir como que estamos en un verdadero hogar.
Poner a prueba la imaginación
Pero a veces no todo tiene un significado concreto, sino que simplemente nos gustó. Y eso también es genial para poder colocar nuestra impronta en el hogar. Podemos ser originales, podemos ser imaginativos, podemos generar risa o sorpresa en nuestros visitantes. Para lograr todo eso es posible elegir entre cuadros y adornos que ofrezcan mensajes, que pueden ser divertidos, contradictorios, llamativos. Y si bien es cierto que quizá no todo cuente parte de nuestra personalidad o de nuestra historia, es una manera de brindarnos entretenimiento y de permitirnos la risa sin la necesidad de salir de la que es nuestra casa.
Acá se trata solamente de ser abiertos, de estar dispuestos a probar cosas distintas a lo que conocemos, de dejarnos llevar por esos impulsos que por lo general reprimimos y luego nos arrepentimos. Se trata de entender que nuestra casa es justamente eso, nuestro espacio, nuestro hogar, los metros cuadrados que habitamos y habitaremos quizás un tiempo más y que, así como nosotros no lo somos, no tiene por qué ser aburrida, no tiene por qué ser estándar. Dejar volar nuestra imaginación y animarnos a adquirir aquello que deseamos y con lo que nos tentamos es el primer paso para poder hacer de una casa un hogar con muchísima personalidad y muchos atractivos a los cuáles mirar y que hablen de nosotros.
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Hacé que tu hogar se sienta tuyo